Este extendido concepto de negocio va tomando fuerza en la actualidad, y cada vez es más normal salir a la calle y toparse con uno de estos establecimientos. Lugares donde se ofrecen productos de bombonería o pastelería; que cuentan con su propia zona de degustación.
La idea surge de la necesidad de facilitar al cliente un espacio tranquilo y sereno donde pueda disfrutar de tomar dulces. Aunque la calidad del producto también es imprescindible, como lo demuestra el hecho de que muchas grandes cadenas ofrecen productos la mayoría de las veces congelados, existen lugares como la pastelería degustación Barcelona, dónde ofrecen productos elaborados artesanalmente.
Incorporar barras de degustación es un buen negocio. Por ejemplo, una pastelería con una pequeña barra, visible desde la calle, pude aumentar sus clientes fácilmente. Además, los clientes que van a tomar el croissant y café a diario, aumentan la venta de pastelería seca y de bombones. Es decir, la clientela, al permanecer dentro del establecimiento, se fija en la vitrina de bombones y acaba comprando algún producto. No obstante, puede generar un problema de servicio, puesto que la barra requiere una persona a su cargo todo el día, por ello los establecimientos deben cuidar su servicio de atención al público.
Otros pasteleros se equivocan al instalar máquinas tipo cafetería. No es buena idea parecer una cafetería con pastelería o al contrario. El objetivo principal debe ser crear un espacio reducido y acogedor donde el cliente pueda degustar bombonería o pastelería acompañado si es posible de un café excelente.
Estos establecimientos, con una clientela fiel tratan de innovar y renovarse continuamente, buscando la idea de primar la calidad y el servicio personalizado. Sin olvidar la decoración del local, la estética de los trabajadores, el ambiente acogedor cuidando hasta el último detalle.