El sector del golf mueve cada año en España un millón de turistas nacionales y extranjeros que generan unos ingresos de 1.200 millones de euros, con una media de gasto de 1.200 euros por jugador. Es por esto y por la imagen que transmite este deporte por lo que desde hace ya muchos años, que el golf es considerado un deporte elitista y asociado a personas de alto poder adquisitivo.
Por lo general el tipo de turista que se mueve por el golf, suele alojarse en hoteles de 4 o 5 estrellas y si analizamos su gasto semanal, vemos una gran diferencia con los turistas convencionales llegando a asumir un gasto de 171€ de media diarios y que puede llegar a los 240€ diarios en el caso de los turistas de países nórdicos.
Aunque todo esto encienda las alarmas y sitúe al golf como un deporte muy exclusivo, es cierto, que últimamente han aparecido algunas alternativas que han permitido a un gran número de personas, poder practicar este deporte sin la necesidad de disponer de un gran capital económico.
Hace unos años los palos de golf, las afiliaciones a los campos de golf o los alquileres de equipos tenían unos precios al alcance de las personas con poderes adquisitivos más elevados. Ahora con la aparición de nuevas marcas de material, la crisis y la llegada de campos de golf promovidos por personas que no necesariamente poseen rentas elevadas ha permitido que este deporte este al alcance de más gente y no sea considerado tan elitista como hace unos años.