El chocolate es uno de los alimentos que mas mala fama posee, aquí pretendemos desmitificar su mala fama nutricional, hasta el punto que hoy se asocia su consumo moderado a diario con menor riesgo cardiovascular. Sin embargo, no todos los chocolates son iguales, sino que existen diferencias nutricionales entre el chocolate negro puro y el chocolate con leche o blanco.
Un gran numero de estudios confirman que el chocolate negro es rico en antioxidantes, flavonoides (que son sustancias que se encuentran en las plantas y presentan una gran acción antioxidante), contiene mas fibra, menos hidratos simples, menos colesterol y mayor contenido de minerales como el potasio, magnesio y fósforo, mientras que el chocolate blanco, al no tener pasta de cacao, pierde algunas propiedades de éste. El chocolate negro aporta una serie de beneficios para nuestra salud, que lo sitúan dentro del grupo de alimentos más recomendables para nuestra dieta. Pero no por ello debemos de abusar de su consumo ya que es alto en grasa y calorías.
Los antioxidantes protegen nuestras células de los radiales libres, que son los culpables del envejecimiento, pueden causar enfermedades cardiovasculares aumentando considerablemente los niveles de colesterol malo, además de aumentar el riesgo de cáncer. Los radicales libres también están involucrados en la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer, la arterioesclerosis y la diabetes.
También ofrece efectos protectores para el sistema cardiovascular, por lo menos en las primeras tres horas después de su consumo. El chocolate negro nos aporta otro tipo de nutrientes relacionados con nuestro estado de ánimo, el triptofano, un aminoácido que regula la serotonina u “hormona de la felicidad”. Anandamina, una sustancia que también puede hacernos sentir tranquilos y contentos. Y cómo no, la feniletilamina, una sustancia del grupo de endorfinas que mejora el estado de ánimo y producen un efecto estimulante en el cerebro. Un simple bomboncito puede producirnos energía positiva y unos sentimientos que van desde la felicidad a la euforia.
Sin embargo, el chocolate blanco incluye leche y más azúcar, por eso, tiene más hidratos de carbono, más vitamina A, calcio y por supuesto, más proteínas y colesterol. Se elaboran a partir de grasas baratas sólidas, vegetales hidrogenadas y animales, por lo tanto no están derivadas del cacao y es por ello que los sucedáneos nunca necesiten pasar por el proceso de atemperado.
El chocolate con leche suele ser uno de los más populares gracias a su exceso de dulzor. La proporción de cacao suele estar por debajo del 40%. El chocolate con leche tiene más alta cantidades de azúcares, más proteínas de la leche, menos concentración de cacao, lo que nos hace tener menos sustancias estimulantes y menos antioxidantes que un chocolate negro.