Se acerca la Navidad y para los más pequeños, y los no tan pequeños, ha llegado uno de los mejores momentos del invierno. Ese momento en que la ilusión en forma de pesebres, figuritas, árboles de Navidad y sobre todo mucha luz, inunda las almas de grandes y pequeños de todas las casas del mundo.
Pero, aunque sería lo ideal, no todo el mundo puede dedicarse a dotar su casa de un ambiente navideño y acogedor. Desde que empezó la crisis allá por 2008, las subidas de la factura de la luz, se han convertido en algo muy común y sobretodo en algo que limita de forma muy contundente la capacidad de muchas familias en cuanto a lo que decoración luminosa se refiere. Cada vez son menos frecuentes aquellas casas rodeadas de metros y metros de tiras blancas o de colores al más puro estilo americano o aquellos inmensos árboles de navidad que iluminaban muchos de los patios que hoy permanecen decorados con sobrios y mínimos detalles que no son más que un pequeño atisbo de lo que un día fueron.
Por este motivo y porqué la falta de dinero agudiza las ideas es por lo que muchos consumidores han decidido, no de forma directa, sino poco a poco y año tras año invertir en adornos Navideños de tecnología LED. Como todo en esta vida, la tecnología LED tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero, lo que ha quedado claro es que son muchos los consumidores que ven más ventajas en esta tecnología que ha irrumpido con fuerza en el mundo de la decoración.
La tecnología LED nos ofrece la posibilidad de seguir decorando nuestros espacios de la forma que nosotros queramos sin tener que soportar grandes costes económicos en lo que a la factura de la luz se refiere. La forma en la que esta tecnología esta fabricada hace que la gran mayoría de la energía que consumen unas tiras de LED navideñas, por ejemplo, o unas guirnaldas decorativas de LED se consuma en forma de luz y no en forma de calor como ocurría con los antiguos elementos de decoración tradicionales formados por bombillas o otros elementos que si suponían un mayor coste energético y por tanto económico.
Esto tiene una especial notoriedad sobre todo en decoración exterior, ya que, debido a las bajas temperaturas del invierno, la iluminación tradicional malgasta mucha más energía generando calor de la que puede consumir la iluminación LED. En definitiva, para generar la misma cantidad de luz con la tecnología LED necesitamos muchos menos vatios que con los artículos de iluminación tradicional. Aunque la tecnología LED tenga un coste de adquisición mayor que la iluminación tradicional, es una inversión que a corto/medio plazo terminará por hacer que recuperemos la inversión inicial realizado e incluso que lleguemos a ahorrar dinero.
En conclusión si quieres seguir decorando tu casa como lo has hecho toda tu vida y que esto no suponga un gran desembolso en lo que a factura de la luz se refiere, no lo dudes, ve renovando tus antiguos objetos de decoración que no sean de LED por nuevos que si lo sean. Verás como tu bolsillo y tu ilusión salen ganando