Alimento de Dioses

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Theobroma cacao

Así clasificó Linneo (científico fundador de la taxonomía) la planta del cacao de cuyas semillas se obtiene el preciado chocolate.

Las primeras evidencias de su consumo se encuentran en las culturas azteca y maya, en sus restos arqueológicos, sus manifestaciones artísticas, sus rituales sagrados y su mitología.

Para estas culturas prehispánicas  era un alimento habitual fuente de energía aunque en un principio su consumo estaba destinado a realeza, nobleza y ejército. Llegó a tener tanta importancia que lo usaron como moneda de cambio.

 Debate teológico

Este delicioso manjar causó controversia entre los religiosos pues bebían chocolate incluso en los periodos de ayuno. Como consecuencia surgió un debate sobre la corrección de esta costumbre que se resolvió gracias al cardenal François Marie Brancaccio al manifestar que «el líquido no infringe el ayuno». La Iglesia aceptó así el consumo del chocolate bebido.

Delicia terrenal

Este pequeño y a la vez gran capricho terrenal se ha convertido para muchos en algo más que una delicatessen. Beberlo o comerlo es todo un ritual que exalta los sentidos.

¿Qué sienten los amantes del chocolate cuando se deleitan saboreándolo?

Con solo olerlo o verlo se les hace la boca agua y cuando lo saborean tienen una sensación muy placentera debido quizás a que promueve dos psicotrópicos que ya existen en nuestro organismo,  la serotonina, neurotransmisor que controla entre otras cosas la angustia, el miedo y la agresividad además de equilibrar el deseo sexual y la anandamina que crea sensación de relajación, felicidad y bienestar.

Para experimentar todas estas sensaciones se puede realizar una degustación en  bombonería que sin duda deleitará al buen amante de esta ambrosía.

Fuentes:

– es.wikipedia.org

– www.nationalgeographic.com